Por: José Delance
Paterson, NJ.-Al solemnizar hoy un año más de la fiesta por antonomasia del movimiento obrero a nivel mundial, el Día Internacional de los Trabajadores, también conocido como el Día del Trabajo, es de importancia destacar que los orígenes de esta conmemoración se remontan a los años de 1886 en Estados Unidos.
Debemos reconocer que por aquellas fechas los trabajadores iniciaron una lucha para establecer un límite de 8 horas a la jornada laboral, lo cual culminó con las reivindicaciones sindicales cuyo único límite que existía era el no hacer trabajar a una persona más de 18 horas sin causa justificada y la consecuencia era una multa de 25 dólares.
Sin embargo, es de grandioso motivo y regocijo especial que este primero de mayo celebremos los 50 años de la llegada a los Estados Unidos de América de la Reina de Belleza Jeannette Jackson, una dominicana consagrada, la cual aún conserva su esbeltez, no obstante su vida de lucha y dedicación familiar a pesar de su edad.
Compartir en este día memorable y de significación internacional, esa Reina de Belleza, que desde su juventud añoraba viajar a este destino, quizás sintonizada con lo que muchos han denominando el sueño americano, pero con la firme convicción de llegar a este lugar para servir de soporte a los suyos y ser pilar importante en el desarrollo de su vida
Jeannette Jackson, una elegante, hermosa y bella joven procedente del Cruce de Guayacanes, Provincia Valverde, de la que coincidieron los poetas Patroncinio León Sánchez y José Jiménez Bellen, respecto a su elección en el certamen, al expresar que “Sus prendas personales le llevaron a ceñirse la Corona de Reina”. Una muestra clara de lo que la naturaleza le había concedido.
Jackson, contrajo matrimonio en el 1955, con el Señor Miguel Antonio Gonell Pichardo, cariñosa y respetuosamente Don Guelo, un influyente y poderoso hombre de la época de Trujillo, el cual sirvió a su comunidad, para entonces, con alto nivel y decoro, lo que le sirvió como carta de presentación para conquistar la Reina y recibir la anuencia de sus padres.
Se dice, que por orden del Generalísimo Rafael L. Trujillo Molina, la Banda de Música del Ejercito amenizó la fiesta del Reinado y Coronación, fue un Reinado Histórico. Don Guelo la conoció esa misma noche en que era llevada a cabo la Coronación. Además, dicen que el deslumbrado hombre hablo con el Director de la Banda de Música para que anunciara al público presente que Don Guelo tenía el honor de bailar dos piezas musicales con la Reina.
Cuentan también, que dicho anuncio tomo por sorpresa a la Reina. Para la ocasión Don Guelo bailó el tema “Danubio Azul” y el danzón “La Bella Cubana”. Esa misma noche, bailando con la Reina, fue certero y le declaro su amor, logrando envolverla con sus encantos. De dicha unión surgieron tres hijos: Miguel Antonio, Xiomara y Rosanna; quienes aún le sobre viven.
Nos cuentan que Doña Jeannette Jackson, recibió de su esposo el trato de una auténtica Reina, al Estilo Europeo, ya que Don Guelo supo darle su lugar a esa mujer con la que compartió su vida. Su desprendimiento de amor y cariño era tan equilibrado que nunca se le conoció incidente alguno. Aquel trato tan especial se puede interpretar como el tesoro más preciado, el cual junto a sus hijos, como madre y esposa, le sirvieron tal como la reina que siempre ha sido.
Esta celebración fue realizada con un momento ameno y divertido en el Centro de Cuidados Médicos para Adultos ‘Second Home’, donde se compartió en un ambiente de hermandad. Se sirvió comidas y se preparó el lugar para la ocasión, con la partida de un biscocho y la armonización musical estuvo a cargo del Maestro Nelson Núñez, para hacerlo inolvidable.
El toque personal, amable y complaciente de Doña Jeannette Jackson, parecen ser el antídoto que le pone a su vida para mantener su elegancia y jovialidad, pues 50 años después de su llegada a Estados Unidos se mantiene, entendiendo el paso de los años, pero aún conserva su hermosura; lo cual le caracteriza como una indiscutible Reina de Belleza.
