Pido la PalabraPolítica

Al celebrar un aniversario más de la Restauración de la República Dominicana

Por: Miguel A Gonell, Jr

Paterson, NJ.-En el marco de la celebración de la Guerra de la Restauración, que fue un enfrentamiento bélico entre los dominicanos y España que se llevo a cabo en el 1863 hasta 1865, acción que hoy cumple 155 años. Un aniversario más de la Gran Gesta restauradora de nuestra República Dominicana, la que debemos enarbolar de una vez y por toda, pues con ella nos situamos en que recuperáramos nuestra identidad como Nación Libre y Soberana de toda dominación y ante cualquier potencia extranjera.

Un aniversario más de nuestra Restauración como una Nación Libre y Soberana, bajo el lema y los sagrados principios de “Dios, Patria y Libertad”. Sabias palabras consagradas por los trinitarios y ceñida en nuestro escudo que simboliza una de nuestras insignias preciadas y que enaltecen el ámbito de nuestra dominicanidad.

Un aniversario más sin pena ni gloria. Sus hijos ingratos en su gran mayoría afrancesados, sus hijos olvidadizos han pagado con olvido a los grandes libertadores de nuestra Nación. Sus hijos desagradecidos han pagado con la moneda de Judas a los grandes forjadores de nuestro sentir patriótico de ser dominicanos.

Un País huérfano y carente de lealtades, en la complicidad de un gobierno que no da muestra con algún acto heroico de Patriotismo Nacional, más bien es cómplice ó se hace de la vista gorda cuando nuestros símbolos patrios son burlados y denigrados cual si se tratase de una fiesta de carnaval. No es posible creer en tanta bajeza como la que hemos estado viviendo en nuestra nación.

Los Servidores Públicos de las últimas décadas son vil servidores del Imperio y las potencias del viejo mundo como Francia, La Unión Europea y Canadá. ¡Oh Quisqueya de mis amores quisiera retroceder el tiempo y la historia en que aquellos grandes verdaderos Servidores Públicos estuvieron dirigiendo los destinos del país!

Como anhelar aquel gran sacrificio que hizo el Generalísimo Rafael L. Trujillo, como una simple muestra, aquella de pagar la Deuda Externa; fue un gran sacrificio que no ha sido apreciado, ni, al parecer, valió la pena, ya que han triplicado nuestra Deuda Externa en detrimento de nuestra soberanía, en deterioro de nuestra nación.

Recordemos que este gesto para el pago de nuestra deuda fue imitado por el Profesor Juan Bosch, en su apenas 7 meses de gobierno. Así, después del Profesor Bosch, nos encontramos con otro gran defensor de nuestra Nación, el Dr. Joaquín Balaguer, quien actuó cual un celoso perro fiel a la significación de nuestros Símbolos y a la Soberanía de nuestra Patria. Celoso de las grandes Empresas Estatales CORDE y celoso del Patrimonio Nacional.

Continúa…

En el marco de la celebración de un aniversario más de nuestra Restauración, no puedo dejar pasar por alto que hoy,  más que nunca necesitamos hombres probos y nacionalista que le duela la Patria, ya que nuestra dominicanidad está en peligro de extinción. No queremos pensar que después de la muerte del Dr. José Francisco Peña Gómez, el Profesor Bosch y el Dr. Balaguer nuestro país esta huérfano de hombres y mujeres que sean fieles del ideal Duartiano y fieles de los Restauradores.

El gobierno debiera poner en práctica las leyes para que severamente sean aplicadas a quienes violen e irrespeten los Símbolos Patrios y la memoria de los fundadores, restauradores y padres de la Patria; no que sean tomadas para servir de estandarte a los detractores de los verdaderos principios y valores de nuestra dominicanidad.

Debo felicitar a los músicos, artistas y poetas dominicanos que gracias a los buenos merengues, bachatas y otros ritmos distintivos de la dominicanidad le han puesto un sello de distinción para enorgullecer a los dominicanos en cualquier lugar del mundo. A ellos, que debiéramos llamar embajadores de buena voluntad, merecen ser condecorados con la más alta distinción que otorga el gobierno dominicano. Son ellos verdaderos defensores de nuestra Soberanía.

También debo felicitar a todos los desfiles y festivales dominicanos en el exterior, por la gran labor de difundir lo mejor de los nuestros y decirle al mundo con orgullo que “Somos Dominicanos”. La tierra de Papá Dios. Un país en el mundo, único que cuenta en su Escudo con la Santa Biblia de las Sagradas Escrituras y donde convergen “Dios, Patria y Libertad”.

Recordando la frase de Juan Pablo Duarte, quien al referirse a los malos dominicanos dijo: “Mientras no se escarmiente a los traidores como se debe, los buenos y verdaderos dominicanos serán siempre víctimas de sus maquinaciones”, traigo a la memoria aquella acción nefasta del General Pedro Santana Familia, quien jugó con la Anexión a España; por lo que no quisiera que hoy se repita una malsana decisión de la gestión de turno.

Loor a los grandes héroes de la Gran Gesta Restauradora.

Loor a la Gran Espada Libertadora de Gregorio Luperón.

¡Que Viva la República Dominicana!.

 

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