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Los riesgos de tratar la diabetes con medicamentos son MUCHO peores que la enfermedad

Por: Dr. Joseph Mercola

A diferencia de la Diabetes Tipo 1, que es una enfermedad autoinmunológica que bloquea la producción de insulina en el cuerpo, la Diabetes Tipo 2 es causada directamente por el estilo de vida.

Si bien, las personas que padecen Diabetes Tipo 1 necesitan inyectarse insulina varias veces al día para mantenerse con vida, las personas que padecen Diabetes Tipo 2 NO necesitan medicamentos. De hecho, ¡tomar medicamentos para la Diabetes Tipo 2 podría ser mucho peor que la enfermedad por sí sola!

Los medicamentos para la diabetes elevan el riesgo de muerte

En el caso de las personas que padecen Diabetes Tipo 2 se recetan ampliamente medicamentos para ayudar a disminuir los niveles de azúcar en la sangre, pero un nuevo meta análisis de 13 ensayos controlados aleatorios que involucran a más de 33,000 personas demostró que este tratamiento no solo es ineficaz, sino que también es peligroso.

El tratamiento con medicamentos para disminuir los niveles de glucosa realmente demostró que podría incrementar el riesgo de muerte por problemas cardiacos y todas las demás causas.

Los investigadores señalaron:

Los resultados generales de este meta análisis no demuestran algún beneficio al llevar un tratamiento intensivo para disminuir los niveles de glucosa sobre la mortalidad por cualquier causa o muerte cardiovascular”.

Lo que aprendimos gracias al medicamento Avandia: Los medicamentos para la diabetes podrían ser mortales

El medicamento Avandia (rosiglitazone) es el ejemplo perfecto de todo lo que está mal con el tratamiento farmacológico para la Diabetes Tipo 2.

Después de ser introducido en el mercado en 1999, un estudio realizado en 2007 y publicado en New England Journal of Medicine lo relacionó con ¡un riesgo 43 % mayor de ataques cardíacos y 64 % mayor de muerte cardiovascular, en comparación con los pacientes tratados con otros métodos.

La función del medicamento Avandia es volver a los pacientes con diabetes más sensibles a su propia insulina, lo que ayuda a controlar los niveles de azúcar en la sangre. De hecho, la mayoría de los tratamientos convencionales para la Diabetes Tipo 2 utilizan medicamentos que aumentan los niveles de insulina o disminuyen el azúcar en la sangre.

Por ejemplo, Avandia reduce los niveles de azúcar en la sangre al aumentar la sensibilidad del hígado, grasa y células musculares a la insulina.

Millones de personas han tomado Avandia y han estado expuestas a estos efectos secundarios con un riesgo inaceptablemente elevado, por un medicamento que es totalmente ineficaz para abordar las causas subyacentes de la diabetes.

Más de 80 000 personas con diabetes han tenido derrames cerebrales, insuficiencia cardíaca u otras complicaciones, incluyendo los ataques cardíacos letales por ese peligroso medicamento.

Tomó cerca de 10 años, desde que el medicamento estuvo comercialmente disponible, para que la Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA, por sus siglas en inglés) de los Estados Unidos, tomara medidas y restringiera el acceso a este peligroso medicamento, mientras que la Agencia Europea de Medicamentos lo prohibió por completo.

El año pasado la revista New England Journal of Medicine presentó no uno, ni dos, sino CUATRO estudios que respaldaban la conclusión de que la vía de medicina convencional ha orientado a las personas con diabetes por el camino equivocado y les ha provocado más perjuicio que beneficio. Los estudios revelaron que:

  1. El uso de antihipertensivos para disminuir a menos de 120 mm Hg la presión arterial sistólica no ayuda a disminuir el riesgo de complicaciones cardíacas del paciente que padece diabetes
  2. Las personas con diabetes no reciben ningún beneficio al incluir un medicamento que eleve sus niveles de colesterol HDL ‘bueno’ si ya toman estatinas para disminuir sus niveles de colesterol LDL
  3. No hubo beneficios para la salud cardiaca relacionados con dos medicamentos diferentes administrados para disminuir los niveles elevados de azúcar en la sangre.

Disminuir los niveles de azúcar en la sangre no es la estrategia adecuada para superar la Diabetes Tipo 2

La diabetes no consiste en una enfermedad de azúcar en la sangre. Por lo tanto, los medicamentos que se enfocan en los niveles elevados de azúcar en la sangre, en vez de abordar la causa subyacente, en la mayoría de los casos están condenados a fallar.

Más bien, como se explica en este artículo clásico del Dr. Ron Rosedale, la Diabetes Tipo 2 es una enfermedad causada por la resistencia a la insulina y defectuosa señalización de leptina (la leptina es una hormona producida en las células adiposas), ambas son reguladas por medio de la alimentación.

Como indicó el Dr. Rosedale:

Las denominaciones más apropiados para la Diabetes Tipo 1 y 2, respectivamente serían diabetes insulinodependiente o diabetes resistente a la insulina, que enfatiza la importancia de la señalización de la insulina en esta enfermedad.

Y en este caso, la progresión y deterioro del llamado tipo 1 y la diabetes tipo 2 deberían llamarse entre sí, Exacerbación Inducida por el Doctor o DIE, que indica la importancia del tratamiento médico actual como la causa de… la diabetes doble”.

El Dr. Rosedale indica que:

Me he sentido indignado debido al tratamiento médico [convencional] para la diabetes que se ha utilizado durante décadas.

Prácticamente, no se ha reconocido que los altos niveles de insulina son, cuando menos, un insulto a la salud de una persona, como los altos niveles de azúcar”.

Los nutriólogos convencionales también les recomiendan a las personas con diabetes utilizar endulzantes artificiales tóxicos, como el aspartame en vez de azúcar, a pesar de la evidencia que demuestra que estimulan rápidamente la liberación de insulina y leptina (que deben evitar las personas con diabetes), y de hecho les ocasiona mayor aumento de peso que el azúcar…

La leptina podría ser aún más importante que la insulina

En términos de diabetes, incluso la leptina podría ser más importante que la insulina, ya que las nuevas investigaciones revelan que a largo plazo la glucosa, y por lo tanto los niveles de insulina, podrían ser determinados en gran medida por la leptina.

El Dr. Rosedale explica que:

«Antes se creía que la sensibilidad a la insulina de los tejidos musculares y grasos era el factor más significativo para determinar si una persona podría padecer o no diabetes.

Los nuevos estudios minuciosos demuestran que el cerebro y el hígado son más cruciales para regular los niveles de azúcar en la sangre de una persona, particularmente en relación a la Diabetes Tipo 2 o diabetes resistente a la insulina.

Desde hace mucho tiempo se sabía que la obesidad incrementaba enormemente el riesgo de muchas enfermedades crónicas, incluyendo las enfermedades cardiacas y diabetes, pero nadie conocía realmente la razón«.

Esta es una diferencia significativa, pero el mensaje final sigue siendo el mismo, porque tanto la resistencia a la insulina, como a la leptina, son causadas por lo mismo; es decir, una alimentación deficiente.

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