Por: Ana Pereyra
Paterson, NJ.-Definitivamente, los tiempos han cambiado. La tecnología nos lleva a millón, y para no quedarnos atrás, tenemos que ‘correr’ tras ella. Para los que somos de antes y tenemos costumbres análogas, la nostalgia nos “pega duro”, con tristes recuerdos que se apoderan de la mente. Nos entristecen tanto que hasta pensamos retroceder!!!
Lo digo, porque se acercan las fiestas de fin de año, y con ellas, ya escucho hablar del Jesús, los Reyes Magos, Santa Claus, y para los ‘más olvidados’ la Viejita Belén.
En mis tiempos, teníamos que hacer “malabares” y conseguir la mejor yerba, colocarla debajo de la cama para que los camellos la encontraran, y pese al esfuerzo que hacíamos de también ponerle cigarrillos, un vaso de agua o leche y hasta galletitas a los Santos Reyes, solo pedíamos un ping pong, un juego de jacks (matatena), una pelota o la famosa muñeca de de papel.
Sin embargo, ya no hay que ir por las áreas verdes en busca de yerba; si a Santa, los Reyes Magos, la Vieja Belén y al Niño Jesús le da la gana, solo tienen que pedirlo por Internet.
Ya hasta los ‘gustos’ en los niños han cambiado. Hoy en día todo es tecnología, el Súper Mario, Nintendo y muchisimos juegos electrónicos más, esa es la honda.
Pero lo que aun no ha cambiado, es la alegría que nos producen esos días festivos, donde ponemos a “volar” la imaginación sobre los tiempos vividos, pero con la adultez y experiencia de hoy, sin ser indiferentes ni ocultar lo que sucede en nuestro rededor.
Al ver lo convulsionado que están nuestros pueblos y pensar en los que no tienen voz, sería bueno saber qué les pedirían ellos al Niño Jesús, a Santa, los Reyes Magos o la olvidada Viejita Belén. También, qué le dirían a los políticos actuales que desean para Navidad?
Al ex Evo Morales, tranquilidad, desasosiego y aceptación de que la pava ya no pone donde ponía. Don Lula Da Silva, una mecedora para que escriba sus memorias, que sería edificante e interesante. El bohemio Mauricio Macri, ya se regaló; dijo que cuando salga de la presidencia se dedicará a viajar por el mundo y a practicar el juego de cartas. Oh! Me gustaría que también lea las barajas…
Al Maduro de Venezuela, una güagüa sin freno, para que recuerde sus tiempos cuando era chofer de autobús público. Qué lejos llegó! Pero eso sí, a cuántos jodió! Y a los opositores venezolanos, un par de bolas de billar!!!! A nuestro flamante Trump, soldaditos y tanques de plomo para que haga su propio desfile.
Al León Fernández, que ya no jodas más con la presidencia esa, porque lo que un día fue no será. Que mejor prepare a su muchacho, que tiene mucha madera que ofrecer. Al bonito Abinader, un poco de gracia, porque parece que no lo brincaron cuando chiquito. El americanito Ramfis, un nuevo abuelo (aunque sea de papel) para que lo traguen, algunos no lo pasan ni con aceite Castrol. Y para el Penco Castillo, algunos libritos de etiqueta y protocolo, geografía, Algebra de Baldor y aquel famoso de Nacho, pa’ que empiece por “ma, me, mi, mo, mu”, “mi mamá me ama”, y así su progenitora por lo menos votará por él en el 20.
Me faltaron algunos del patio, pero como esos solo viven haciendo bulto, hablaríamos directamente con la hermana del Presidente, a ver si todavía le quedan mochilas; sino, hasta con Pedrito Fernández hablamos para que nos preste “la Mochila Azul”. Así la duplicamos como los peces de Maduro.