Paterson, NJ.- La República Dominicana está celebrando hoy el 154 aniversario de la Restauración, día memorable que sirve para que cada año sean realizados actos conmemorativos a tan significativa fecha de la dominicanidad. Dentro de estos diversos actos se llevan a cabo la elección de los bufetes directivos del Senado, la Cámara de Diputados, los ayuntamientos y las juntas municipales.
Debemos destacar que esta gesta patriótica está considerada no sólo como la segunda independencia de la Nación dominicana, sino como la más contundente prueba de identidad nacional que concretó la definición y el afianzamiento de la soberanía de la República Dominicana; porque se restauró el Estado que había nacido el 27 de febrero de 1844, cuando el país logró su independencia.
Acorde a los recuentos de la historia y según nos relatan algunos historiadores, la Restauración fue un movimiento popular y nacionalista que mediante la guerra revolucionaria, le devolvió a la República Dominicana su independencia, el 3 de marzo de 1865.
La base social de ese movimiento estaba constituida, fundamentalmente por grupos campesinos y otros pertenecientes a la clase urbana. Estas clases sociales se encargaron de enarbolar la bandera mediante acto revolucionario que demostró con apego la actitud del Republicanismo Democrático, con lo cual se identificaban los representantes del progreso económico, social y político que hacía eco del sentir de la población durante esa época en que eran notorios los acontecimientos históricos de gran magnitud.
No podemos dejar de hacer mención otros procesos de acción heroica, los cuales destacan además que la Restauración fue el mayor movimiento armado que conoció el país en toda su existencia, a partir incluso de los tiempos coloniales.
Como consecuencia de estas decididas acciones que nos muestra la historia, el sentimiento patrio se fue incrementando y luego surgieron focos restauradores, tales como el levantamiento de Moca, el 2 de mayo de 1861 y de igual manera el asalto de Neyba; asi como también la toma de Guayubín, en febrero de 1863.
Todos estos focos de acción restauradora fueron acrecentando las luchas poco a poco y la decisión tomada por un grupo de hombres encabezados por Benito Monción, Gaspar Polanco, Benigno Filomeno Rojas, Cayetano Germosén, Olegario Tenares, Eugenio Miches y Gregorio Luperón, entre otros, de un lado, tomó por asalto Santiago; mientras que por otra parte, otro grupo, que fue encabezado por Santiago Rodríguez, Pedro Antonio Pimentel, José Antonio Salcedo, Lucas Evangelista de Peña y Federico de Jesús García, entre otros, tomó el cerro de Capotillo, dándole inicio a la guerra restauradora del 16 de agosto de 1963.
Es por lo tanto que, este 16 de agosto, los dominicanos conmemoran otro aniversario del inicio de los actos bélicos, que desataron la guerra por la restauración de la República Dominicana, cuyo acto de independencia había sido proclamado el 27 de febrero de 1844, pero que desde su fundación estuvo amenazada por las luchas intestinas de sus fundadores y otros que aún teniendo muy poco tiempo de haber llegado al país, ejercieron un protagonismo y actuaron con una presión tan deliberante, que terminaron desplazando a los más sacrificados por la patria.
Pero la historia es larga, sin embargo es preciso destacar que en la Ciudad de Paterson, cuando nos encontramos con el Dirigente Político Víctor Díaz, Presidente de la Seccional del PLD en el Estado de New Jersey, al contemplar el Busto del Patricio, sito en la Plaza Juan Pablo Duarte de la localidad y haciendo alusión a lo manifestado por este Miembro, parte de los fundadores de dicha Plaza, de que “El 16 de Agosto tiene gran significación para nosotros los dominicanos, debido a que jugó un papel determinante en aquel entonces y ahora nos encontramos con situaciones que ponen a nuestras autoridades en posición de tomar acciones heroicas como fuera la gesta de la Restauración”, indicó.
Díaz, entiende que Danilo Medina, el Presidente de los dominicanos, debe tomar medidas que se sintonice con el sentir patrio, puesto que “Ha demostrado ser un hombre sensible con las causas que afectan a la Nación y está claro del rol que le corresponde al momento de tomar decisiones que vayan en sintonía con los mejores intereses del país”, expresó.
Cuando decimos 154 años, no estamos simplemente hablando de la conmemoración de un año más de la Restauración, sino que debemos referimos a las condiciones en que se encuentra la Nación y hablar de los niveles de descontentos con las situaciones internas que no se deben hacer esperar, puesto que son muchos los que se han opuesto a ellas sin encontrar respuestas. A esto debemos sumarle las medidas económicas y hasta cierto punto represivas contra la población, permeada por los actos de corrupción.
En conclusión, 154 años después de la Restauración, se hace necesario propiciar acciones que le puedan permitir la reconstrucción, reorientación y solidificación a esa nación, zarandeada, no por las beligerantes acciones de naciones extranjeras, sino por la ola de corruptela con moción desmedida que piden a gritos una conmensurada proeza restauradora, una nueva Restauración.