Por: José Delance
Paterson, NJ.-Entendidos en la materia y gran parte de la población estadounidense que pudo estar atenta y apreciar el encuentro de los candidatos vicepresidenciales Mike Pence, vicepresidente y candidato republicano, y Kamala Harris, candidata demócrata; se dieron por aludido en que ambos se manejaron con normalidad, de forma civilizada y al parecer, para algunos, el debate les resultó un tanto aburrido, se esperaba un poco mas de sustancia ó de ambientes caldeados.
El debate fue iniciado a las 9:00 de la noche (hora del Este) en el Kingsbury Hall de la Universidad de Utah, en la ciudad de Salt Lake. El mismo estaba moderado por Susan Page, la periodista de USA Today. Para los de habla hispana, el encuentro se hizo posible seguirlo gracias a Noticias Telemundo, en sus cuentas en las redes sociales Facebook y Twitter, en su página web y por televisión.
Debemos entender que en esta ocasión las cosas fueron diferentes, no cabe dudas, que el debate entre estos dos candidatos fue totalmente diferente; dándose un giro mayor a los 180 grados si hacemos una comparación con el debate presidencial, respecto al comportamiento escenificado entre el actual presidente Donald Trump y el ex vicepresidente Joe Biden.
Los seguidores de las redes sociales destacaron varios aspectos del debate vicepresidencial, pero uno de los puntos más comentados en las horas previas al encuentro fueron los controles de seguridad por la situación de la pandemia, ya que el debate se celebró con medidas extraordinarias de seguridad frente al COVID-19 tras el reciente positivo del presidente Trump. Al respecto, Pence y Harris permanecieron sentados a una distancia aproximada de 4 metros, no se dieron la mano al inicio del debate y fueron instaladas varias barreras de plexiglás entre ambos, y entre ellos y la moderadora.
Mediante las redes se comentó mucho sobre el aspecto del ojo izquierdo del actual vicepresidente, el cual estaba enrojecido, lo que permitió a muchas personas especular como si se tratara de una conjuntivitis, que es un posible síntoma de coronavirus. En ese sentido, ambos protagonistas del debate fueron sometidos a la prueba rápida para la detección del COVID-19 antes de propiciarse el evento, pero éstos dieron resultado negativo.
En lo particular, el debate vicepresidencial se resolvió sin fuertes interrupciones. En contraste con lo visto entre Trump y Biden. Para este caso, Pence y Harris supieron respetarse y escucharse, dando muestras de que se trataba de un encuentro más calmado que el primero. Sin embargo, debemos destacar que hubo algunas interrupciones puntuales entre ambos candidatos, pero que no concitaron poderosamente la atención como para que se convirtieran en una acción de mal gusto.
En la compenetración del debate, haciendo un profundo análisis sobre los temas tratados, hay algunos estrategas que califican al vicepresidente Pence como un “mentiroso” respecto a su postura sobre el tratamiento de la pandemia del COVID-19; indicando que esta administración no ha sido capaz de hacerle frente al coronavirus. Tema crucial para las discusiones y que dominó el debate, en donde el vicepresidente dio muestras de amplio conocimiento al respecto sobre lo que se ha hecho.
Al debate le faltaron cualidades esenciales para llamar poderosamente la atención del público que se mantuvo a la expectativa, no tuvo o perdió su fundamento, debido a que resultó poco motivante y en gran medida fue poco auténtico para un debate político de una altura vicepresidencial, pues está muy claro que tanto Mike Pence como Kamala Harris, se vieron con posturas poco sustanciales en cada uno de sus planteamientos sobre los tópicos tratados. Le faltó que fueran más contundentes.
Las redes sociales se hicieron eco del debate, a través de Twitter, se hicieron tendencia algunos aspectos en los que la senadora Harris le estaba diciendo al vicepresidente Pence que le estaba hablando, haciendo énfasis a cuando éste intentaba interrumpirla durante un momento en que ella discutía sobre asuntos impositivos, lo que hacía un poco más ameno el debate para los que le estaban dando seguimiento mediante los medios digitales.
Es importante destacar, que no obstante la mosca que se posó en la cabeza de Pence, que permaneció en su cabello durante más de un minuto del debate y que en gran medida se robó el show; la situación que se había creado no fue motivo para que se mantuviera el debate en calma y armonía, tampoco dio pie a que el vicepresidente Pence se desenfocara de sus planteamientos y esbozo sobre los tópicos tratados durante el encuentro.
La candidata a la nominación vicepresidencial fue más enérgica en hacer sus acusaciones de manera directa al presidente Trump, desvirtuando la atención del auditorio en el enfoque de las temáticas que se estaban dilucidando en el debate, pero algunas mujeres simpatizantes del Partido Demócrata han expresado que Harris fue la virtual ganadora y los republicanos hacen alarde de que su candidato vicepresidencial se la comió. Entendemos que Pence mostró mayor gallardía y hasta presidenciable se comportó en sus posiciones sobre los temas debatidos.