Paterson, NJ.-El crecimiento continuo y el desarrollo de los seres humanos se concentran en esa gama de actitudes que poseen y de ponerlo en su favor depende de cada uno. Es un ejemplo vivo el de los estudiantes de las escuelas secundarias de la Ciudad de Paterson, los cuales han tomado como soporte el deporte del Jiu-Jitsu para complementarse en el programa después de la escuela.
Es importante destacar que el vecindario que se encuentra actualmente más plagado de crímenes en Paterson es la sección de Wrigley Park, el cual se encuentra en el trayecto que permite llegar a Eastside High School. Como una salida a estos males que afecta la comunidad, Veronica Aponte necesitaba aprender algunas habilidades de autodefensa para protegerse, por lo que se inscribió en el programa después de la escuela para incursionar en Jiu-Jitsu.
Siendo una de las pocas chicas en el programa, Aponte se ajustó en lo inmediato al programa. Su principal motivo cambió, porque no solo aprendió a defenderse, sino que mucho más. Ella es una estudiante de tercer año en la Escuela de Artes Culinarias, Hospitalidad y Turismo en Eastside High School. “Me dio más disciplina. Mis notas subieron mucho. Me hizo enfocarme más”, dijo Aponte.
En el caso particular de Aponte, se trataba de una salida para liberar la agresión, ella tuvo menos peleas en la escuela, dijo. “Fui muy violenta. Estaba luchando constantemente. Fui arrojada al otro lado de la habitación durante el primer día. Estaba cansada, pero estaba feliz”, externó Aponte.
El Custodio en Jefe de la Eastside High School, Anthony Vasquez, quien entrena a los estudiantes y quien ha estado en el Distrito durante cuatro años, agregó que ese es uno de los beneficios que les proporciona el programa. “Están liberando su enojo. Lo llamamos el arte gentil”, dijo Vásquez.
Para su conocimiento, Vásquez es un entrenador brasileño profesional de Jiu-Jitsu, formado con la escuela Renzo Gracie de Nyack, Nueva York. El cual manifestó que los estudiantes adquieren puntajes académicos y habilidades blandas a través del programa. “Es una historia diferente para todos”, dijo Vásquez. Experiencia que fue compartida por cuatro de sus alumnos en Eastside High School a finales de enero.
“Sorprendentemente, recogí mejores habilidades sociales. En el camino, hice más amigos de los que tenía. Solía estar nervioso hablando con otras personas”, dijo Bryant Polanco, un estudiante de tercer año en la Escuela de Tecnología de la Información de Eastside High School. “Si tuviera que hablar con usted previamente, apenas podría hablar con usted”.
Polanco fue presentado al programa por un amigo hacia el final de su segundo año. Los estudiantes practican tres días a la semana después de la escuela hasta las 6 p.m. en la sala de lucha. El programa se extiende desde septiembre hasta Acción de Gracias. Se detiene desde el Día de Acción de Gracias hasta mediados de febrero para la lucha libre. Y comienza de nuevo a partir de mediados de febrero, según el entrenador.
Este programa de aprendizaje comenzó en Eastside High School hace tres años. Para entonces, fue iniciado con seis estudiantes y creció a 45 en un punto. “La gente viene y se va”, manifestó el entrenador; quien indicó que entre 15-20 son participantes habituales. También hay un segundo programa en John F. Kennedy High School que tiene 25 estudiantes.
Con este programa que es llevado a cabo por Vásquez, entrenan estudiantes en ambas escuelas, acorde a sus especificaciones. Él ha logrado llenar una vitrina de trofeos en el pasillo de Eastside High School con medallas, espadas y cinturones que han sido ganados por sus estudiantes en competiciones durante esos tres años. “Lo hemos hecho bastante bien en las competiciones”, dijo Vásquez en tono de satisfacción.
Cada año, los estudiantes compiten en tres torneos en Nueva York, Nueva Jersey y Connecticut. En ese mismo orden, cada uno de ellos externa los méritos y le da crédito a su entrenador por las diversas victorias obtenidas en las competencia que han participado. “Estos muchachos entrenan para ganar”, externó el entrenador.
Ha sido un gran reto para Vásquez, el cual ha dicho que la mayoría de sus estudiantes no participan en ningún deporte, pero que él trata de introducirlos en el escuadrón de lucha a través de Jiu-Jitsu. Indica que quiere ver crecer el programa. Además, externó que no sabe sobre ningún otro Distrito Educativo en Nueva Jersey que ofrezca Jiu-Jitsu. “El objetivo final es crear un programa de Jiu-Jitsu como un deporte”, dijo Vásquez.
El entrenamiento de Jiu-Jitsu es costoso. Según sus indicaciones, puede costar más de $100 al mes para la membrecía. Sin embargo sus estudiantes reciben la capacitación de forma gratuita. Es un programa que los mantiene a salvo. “Los estudiantes aman el programa. Ellos viven para eso. La recreación después de la escuela los mantiene ocupados”, manifestó Vásquez.