PolíticaUna Cita con la Historia

Pido de nuevo la Palabra

Por: Miguel A Gonell, Jr

Paterson, NJ.-Ante la grave falta de respecto al máximo símbolo de la Nación de la República Dominicana, el Altar de la Patria, lugar venerado por los hijos de Duarte, Sánchez, Mella y Luperón; no es justificable bajo ninguna circunstancia, el espectáculo presentado por la televisión, algo nunca visto y algo que nunca debió suceder.

Señor presidente de la República Dominicana, Lic. Danilo Medina Sánchez, hasta ahora somos dominicanos, pero mañana no sabemos el futuro que nos tiene reservado el destino, el cual luce incierto. Se debe a que hay un enorme número de afrancesados y traidores a la Patria y otro número enorme que son discípulos del General Pedro Santana Familia, pues no sabemos lo que pueda suceder al respecto en las condiciones que estamos.

Debo destacar que también existe otro número de personas que son fieles a los postulados de los Padres de Patria, los cuales están dispuestos a ofrendar sus vidas en ara de salvaguardar la soberanía dominicana lo que costó tantos sacrificios y mucha sangre. La soberanía del pueblo dominicano como nación libre e independiente de toda potencia extranjera.

Señor Presidente Medina, eso costó mucho, pero mucho sacrificio a los Padres de la Patria, a lo cual los buenos dominicanos estaremos en deuda con ellos por la eternidad que duremos como nación, por habernos heredado una nación libre, soberana y con nombre propio. Ese costo no está en pruebas para ser conforme ni tiene precio para ser vendido.

Señor Presidente Medina, con este articulo no quiero faltarle el respecto a su alta investidura ni tampoco a su persona, ya que yo vote por usted en ambos periodos, pero bajo ninguna circunstancia se puede permite que ninguna persona ó grupo, sean nacionales o extranjeros, mancille la memoria de nuestros próceres. Esa manifestación debió llevarse a cabo frente al congreso para que dicho organismo legisle algunas acciones a favor de ellos ó al frente del Palacio Nacional para que el Ejecutivo dicte algún decreto en su favor, pero nunca ante el Altar de la Patria.

Señor Presidente Medina, usted debió haber dado la orden de desalojo pacifico y si ellos rehusaban obedecer una acción pacífica, entonces la fuerza pública para arrestarlos a todos para sentar un precedente histórico; puesto que a nuestro Altar de la Patria se le respecta, bajo cualquier condición y debe ser defendido sin importar las circunstancias, a capa y espada, de ser necesario.

Señor Presidente Medina, yo justifico la reacción de los buenos dominicanos ante dicho suceso de irrespeto al máximo y solemne recinto del Altar de la Patria. Entre ellos el señor Marino Zapete, el cual reaccionó como lo hizo nuestro Señor Jesucristo que encontró el Templo de su Padre convertido en un mercado de purga, pues indignado aun así siendo Dios, los sacó a latigazo por el irrespeto al Templo de su Padre.

Señor Presidente Medina, aquí ha pasado lo mismo, lo penoso de todo esto fue que usted no hizo nada para impedir que el Altar de la Patria se convirtiera en una plaza de baile y usted fue otro espectador al igual que yo. Usted no pudo hacer una llamada al Jefe la Policía y desplazarlos como Jesucristo que desplazó a los fariseos y mercaderes por usurpar el Templo de su Padre. Ese precedente histórico debió haberse emulado.

Yo les aseguro que en igualdad de condiciones si un grupo de dominicanos hacen eso en Haití u otro país del mundo estuvieran presos todavía. No obstante, si en verdad son ellos tan dominicanos como nosotros, entonces que comiencen a respectar a nuestros próceres y símbolos patrios y den muestra de una auténtica dominicanidad.

No me queda la menor duda que el Dr. Marino Vinicio Castillo le ofreció en el pasado consejos sanos y sabios como un buen hijo de Quisqueya de cómo tratar la situación del vecino país, pero usted Señor Presidente Medina, al parecer, no quiso escuchar. El gran Estadista Americano Abraham Lincoln dijo “los que no escuchan consejos no pueden ser ayudados” y la célebre frase “Es más fácil reprimir el primer capricho que satisfacer a todos los que le siguen”.

Señor Presidente Medina, amárrese los pantalones y que sucesos similares jamás vuelvan a pasar. Si es necesario, redoble la presencia militar en los lugares sagrados e históricos que nos identifican ante el mundo como dominicanos. En todos los renglones de la vida hay límites que hay que respectar. Lamentablemente en nuestro país hay tantos Afrancesados e infieles a los padres de la patria que en realidad nuestra muñeca sin rostro hace honor a lo que somos.

El Apóstol de la libertad José Martí dijo “Nuestro vino es amargo… pero es nuestro vino”. Lástima que Hillary Clinton no salió electa presidenta de los EE.UU. Ya que ella si sabe lo que es el sublime sacrificio que conlleva la formación de una nación libre y soberana. Entendamos de una vez y por todas que tal lo expresó Benito Juárez, cuando dijo “El respecto al derecho ajeno, es la paz”; refiriéndose a las relaciones que deben existir tanto entre los Individuos, como entre Las Naciones, pues hay que entender esos sagrados principios universales.

Es de rigor que hagamos mención del Padre de todos los Dominicano Juan Pablo Duarte, quien al referirse a los malos dominicanos dijo “Mientras no se escarmiente a los traidores como se debe, los buenos y verdaderos dominicanos serán siempre víctimas de sus maquinaciones”. Por lo que debemos estar claros que, sin importar las características que lo determinen, nuestros distintivos patrióticos son como nuestro vino y bajo cualquier indicativo debemos propiciar la paz.

 

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